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Ahora, los molinos de viento


Los aerogeneradores llegan a Reta. Ocuparán una amplia franja lejos del arroyo y de la albufera, pero no se sabe -hasta que ya estén en funcionamiento- si provocarán accidentes a las numerosas aves que llegan a la zona, buscando por refugio y alimento en la zona del arroyo y la albufera.
En varios sitios del mundo ya están preocupando: porque no alcanzan la eficiencia esperada, porque afectan el entorno, porque deterioran los valores inmobiliarios...
Como sea, el negocio ya está hecho... y es prácticamente imposible pensar que por la Naturaleza semejante negoción pueda llegar a interrumpirse. Sin embargo, se ha hecho en Europa y en otros países de América. Por lo menos, elevemos nuestra voz, no tanto de protesta, como de inquietud. Que hagan sus negocios, en eso no queremos meternos, pero que respeten Reta...
 

Aquí, algunos ejemplos del exterior...

La plataforma European Platform Against Windfarms « EPAW » (plataforma europea contra las centrales eólicas) fue fundada el 4 de octubre del 2008 en París por asociaciones y grupos franceses, alemanes, españoles, belgas e incrementados poco después por otras organizaciones europeas y paneuropeas basadas en Reino Unido, Italia, Países-Bajos, la República Checa, Eslovaquia, Polonia, Irlanda, Suecia, Rumania, Dinamarca, Bulgaria, Grecia, más dos países de fuera de la UE, Noruega y Suiza. Una lista completa de estos grupos está disponible en la página Web de EPAW: www.epaw.org.
EPAW ha recibido numerosos mensajes de apoyo desde otros países del mundo, algunos tan lejanos como son Canada, Australia, Estados Unidos, Mexico, o Puerto Rico. Estos mensajes también pueden verse en nuestra página web.
EPAW está a favor de las energías renovables siempre y cuando sean eficaces, y siempre que sean aceptables para la sociedad, la economía, y el medio ambiente. Por eso, es imperativo que por lo menos su implementación sea realmente concertada con las poblaciones locales.
EPAW deplora que el desarrollo de ciertas de esas energías renovables se haga en la Unión Europea bajo la presión de lobbys financieros o ideológicos, lo cual tiene como inquietantes consecuencias unos resultados que no corresponden a las exigencias fundamentales del desarrollo sostenible.
EPAW observa que las centrales eólicas son el caso más preocupante porque absorban desde decenas de años la mayor parte de los fondos públicos destinados a las energías renovables sin jamás haber probado su utilidad, y peor aún perjudicando lo que existe.
EPAW alerta sobre los resultados cada vez más numerosos donde se viene a comprobar que las centrales eólicas son radicalmente contrarias a la política europea de desarrollo sostenible:
  • Tienen un efecto totalmente insignificante sobre la disminución de las emisiones de CO2, por causa de la necesidad de intervención activa por parte de centrales térmicas para regular la intermitencia de la electricidad eólica. Además, la eólica no reduce de manera significativa las costosas y cada vez más vulnerables importaciones de energías fósiles,
  • Obligan a que financiemos nuevos medios de regulación y un importante refuerzo de la red eléctrica europea cuyo equilibrio se encuentra amenazado por los altibajos de la energía eólica. La construcción de estas nuevas líneas de alta tensión conlleva también una insoportable agresión añadida contra el medio ambiente,
  • Engullan una cantidad enorme de fondos públicos para mantener el mercado artificial que les permite existir a pesar de su falta de rentabilidad propia, la que perdura tras varios decenios de progreso técnico. Aún más escandalosos resultan ser los excesos del ante dicho mercado artificial, los cuales crean grandes fortunas privadas a costa de las poblaciones sin que a cambio estas se beneficien de mejoras ecológicas reales, sino todo lo contrario,
  • Arruinan el patrimonio natural y cultural común constituido por los paisajes y los sitios de relevancia histórica. Desvalorizan los bienes inmobiliarios privados, incluidas habitaciones que son el fruto de una vida entera de trabajo,
  • Degradan la calidad de vida de los vecinos, hasta el punto de afectar la salud de algunos de ellos,
  • Perjudican la fauna de manera significativa, y devastan aquellas parcelas de naturaleza hasta ahora milagrosamente preservadas del hormigón, des las excavadoras, y del impacto destructivo de la actividad humana.
De cara a las alarmantes contradicciones entre los objetivos del desarrollo sostenible en Europa y los resultados de su política actual de desarrollo masivo de centrales eólicas, EPAW pide solemnemente a la Unión Europea:
  1. Una moratoria sobre todos los proyectos eólicos, incluidos aquellos ya autorizados.
  2. Un balance de la eólica en Europa, realizada por un grupo de expertos totalmente independientes de los lobbys interesados a fines de estudiar los 4 temas que detallamos a continuación:
  • Balance del carbón:
    Tras hacer el balance de las cantidades de CO2 emitidas durante la construcción, el mantenimiento, la supervisión y el desmantelamiento de las centrales eólicas, el estudio deberá precisar todos los efectos indirectos que resultan de su funcionamiento.
    En particular, se tendrá que evaluar la cantidad de CO2 emitida por la regulación de la intermitencia de la electricidad eólica, la cual es realizada principalmente por centrales térmicas. Una síntesis deberá precisar el nivel real de contribución de la eólica europea de cara a los objetivos del protocolo de Kioto.
  • Balance económico:
    El estudio evaluará de manera objetiva los costos directos e indirectos resultando de la eólica, su impacto sobre el gasto público, y el efecto a largo plazo sobre las facturas de la luz para todos.
    Serán revisados en particular:
    • Todas las ventajas fiscales, subvenciones y tarifas preferenciales de las cuales se beneficia la industria eólica,
    • Todos los costos adicionales relacionados con la construcción de nuevas centrales térmicas, redes eléctricas y centros de regulación para remediar la problemática intermitencia de la electricidad eólica.
    Por beneficiarse de manera extraordinaria de fondos públicos de los países europeos, una auditoria financiera es precisa para averiguar la moralidad de la industria eólica y de sus proveedores. En particular se investigará las estructuras de las compañías y su uso eventual de paraísos fiscales.
  • Balance social:
    Los expertos, ayudándose de un grupo representativo de vecinos, deberán indagar el impacto de la eólica sobre la salud.
    El estudio deberá medir también la evolución del entorno de los vecinos, analizando la incidencia de las centrales eólicas sobre el valor inmobiliario y el atractivo turístico de las regiones donde se implantan, a lo largo de los años.
  • balance medioambiental:
    El estudio realizará un censo de los espacios naturales y de los paisajes destrozados por la implantación de centrales eólicas, en violación de la Convención Europea del Paisaje, la cual recordemos estipula: « Como reflejo de la identidad y la diversidad europea, el paisaje es nuestro viviente patrimonio natural y cultural, sea tal paisaje común o extraordinario, urbano o rural, en tierra o en el agua. »
    Por lo cual resulta inaceptable que las instituciones europeas permitan que millares de centrales eólicas arruinen y uniformicen el paisaje europeo desde Laponia hacia Gibraltar, a veces en el corazón mismo de espacios naturales protegidos por la red Natura 2000.
    Ornitólogos y biólogos explícitamente reconocidos por EPAW por su imparcialidad, evaluarán objetivamente los efectos de las centrales eólicas y de sus líneas de alta tensión sobre la fauna y su hábitat.
    Finalmente, el estudio hará un inventario de las contaminaciones de la cobertura vegetal, los suelos, riachuelos y capas freáticas causadas por la construcción y el funcionamiento de las centrales eólicas. En particular se investigará la contaminación por fuga de lubricantes, o su derramiento cuando se estrella un aerogenerador al suelo; la polución por los liquidos de limpieza que se utilizan para limpiar las palas del aceite y de los insectos muertos que se acumulan, afectando el rendimiento; finalmente el uso masivo de hormigón para las bases de los aerogeneradores, y la construcción de las vías de acceso.
EPAW quiere recalcar que la política europea actual de promoción indebida de la industria eólica añade leña al fuego del euro-escepticismo. En efecto, sobre la respuesta que se ha dado a su toma de consciencia ecológica la opinión pública informada opina que las instituciones europeas han adoptado la eólica sin evaluar previamente sus características de funcionamiento, ni tampoco sus impactos reales sobre el medio ambiente. Considerando la importancia del asunto, una decisión basada solamente en el mito de la energía limpia que nos vende el lobby eólico no se puede entender por parte de aquellos ciudadanos europeos capaces de pensar por su cuenta.
Sería extremadamente lamentable que la Unión Europea se negara a hacer el balance de la situación ahora que se conocen los nefastos efectos de la eólica tanto sobre las personas, los paisajes, el turismo, el valor de los bienes raíces, la fauna, que sobre la economía.

DETENGAN EL DESTRUCTIVO E INÚTIL
PROGRAMA EÓLICO

Únanse a la petición internacional para una moratoria
sobre la energía eólica en Europa

Objetivos de la Plataforma

El día 4 de octubre del 2008, en Paris, varias federaciones, asociaciones y otros grupos de cuatro países de la Unión Europea, fundaron la Plataforma Europea Contra los Parques Eólicos (European Platform Against Windfarms – EPAW). Ahora la plataforma tiene 556 miembros de 24 países, todas siendo organizaciones (personas individuales no pueden adherirse).
El objetivo de la Plataforma es ayudar a sus miembros en sus luchas:
  • contra uno o varios proyectos eólicos específicos;
  • o para denunciar la ineficacia de los parques eólicos para resolver los problemas del hombre y del planeta;
  • o contra los efectos calamitosos de los parques eólicos en general en lo que respeta a la gente y a su salud, a la vida silvestre, a los paisajes, al turismo, a la calidad de vida y al valor de la propiedad, a los incendios, a la erosión, a la contaminación del agua y otros impactos todavía mal conocidos sobre el medio ambiente;
  • o a una combinación de dos o varias de estas causas.

Registrese con la Plataforma

Aquellas asociaciones, federaciones y otros grupos de ciudadanos europeos quienes comparten por lo menos uno de los intereses mencionados arriba pueden hacerse socios de EPAW. Es totalmente gratuito. Una vez aprobados*, los nuevos miembros serán añadidos a nuestra lista de correos para recibir circulares y demás comunicaciones, y sus nombres y direcciones electrónicas** aparecerán en nuestra página web bajo la bandera del país apropiado.
* Aprobaremos o no los pedidos según nuestro solo criterio y sin necesidad de justificar nuestras decisiones. Podremos poner fin a las adhesiones de la misma manera.
** Esas direcciones están escritas de tal manera que no puedan ser copiadas por robotes de spam.

Pedir una moratoria

Hemos pedido a las instituciones europeas que impongan una moratoria sobre nuevos proyectos eólicos y que paralicen aquellos ya aprobados. La Comisión Europea contestó negativamente, pero seguiremos presionando hasta que nos hagan caso.

Actuen ya

La union hace la fuerza. EPAW representa más de 500 asociaciones, federaciones y grupos de ciudadanos de toda Europa. Se puede ver sus detalles pinchando las banderas de sus respectivos países. Ser socio es totalmente gratuito.


TAMBIÉN VEA CÓMO SE DEFIENDEN EN OTRAS PARTES DE LA COSTA...

http://www.endefensadelmedano.com.ar/
 
Albufera de Reta: el precio de un ecosistema

Escribe: Horacio Ramírez (*)

Un principio de la economía elemental -y del sentido común- es que las cosas que pueden tener precio serán aquellas que están sujetas a nuestra capacidad de control (producto de nuestra fuerza del trabajo), que pueden llevarse al mercado y que, por ende, pueden venderse. De este principio se entiende que si algo, por el contrario, nos determina y es algo más que nosotros que no puede ser controlado, ni aislado, ni empaquetado ni puesto a la venta, no tiene sentido que tenga un precio. Por este principio, se desprende que algo como la vida -que no es consecuencia de nuestro trabajo- tampoco lo tiene. Además, sabemos que un ecosistema es una manera de describir -de entender- a la Vida, de modo que el término ecosistema equivale al término Vida, y así, por propiedad transitiva, un ecosistema tampoco puede tener precio.
La albufera de Reta responde a los llamados ecosistemas de estuario. Y mientras el arroyo Claromecó -por su caudal hídrico- alcanzó a formar un típico estuario, el arroyo El Gaucho de Reta -mucho menos caudaloso- no pudo hacerlo y, en su lugar, formó una laguna que cuenta con aportes marinos irregulares, lo que lo convirtió en un ecosistema muy especial: una albufera interactuando con la fascie abiótica del sistema, cuyos límites en su intercambio de materia y energía quedan por definir por la ciencia ecológica.
Bajo esta perspectiva, cualquier conflicto de intereses que surja entre los valores naturales y los económicos habrá de ceder necesariamente a favor de los ecológicos porque éstos son los que determinan nuestra supervivencia. Para ciertas personas, sin embargo y fuerza es reconocerlo, se trata de un razonamiento sin sustancia, algo extremadamente abstracto: la ganancia inmediata frente a una abstracción científica, con ribetes filosóficos, es algo que no admite mayor discusión. Lo que sería oportuno, en todo caso, es conseguir que estas personas entendieran que un ecosistema no es algo aislado, que su existencia está determinada por otros sistemas y que, por otro lado, permite la existencia de otros sistemas. Esta red de pertenencias nos deja ver que hacer desaparecer la albufera por los altos precios que pueden ostentar los terrenos en la zona, significaría ponerle precio a la estructura de la vida del mundo entero. No entender así las cosas es la actitud mental que ha llevado al planeta al estado crítico en el que se encuentra ahora, y en lo particular, ha servido para arruinar ambientes de prometedora perspectiva turística en la costa bonaerense, incluso a pocos kilómetros de Reta.
La degradación ambiental y eventual desaparición del ecosistema de la albufera de Reta será un negocio de pingües ganancias para algunos en poco tiempo... Pero a la larga, Reta se convertirá en un sitio más de veraneo, en un balneario absolutamente empobrecido, fantasmal, en el que habrá desparecido uno de sus principales atractivos turísticos: la Naturaleza intacta... Dejará de ser uno de los pocos lugares en donde todavía no se le ha puesto precio a la vida.

(*) E-mail: horacio.reta.ramirez@gmail.com

NOTA MENSUARIO EL PERIODISTA DE TRES ARROYOS
VISITA A LA MICRO ALBUFERA DE RETA, UNA RAREZA COMO HAY POCAS EN EL PLANETA

Dulce y salado

La micro albufera de Reta, una rareza como hay pocas en el planeta, podría convertirse en el primer “paisaje protegido” del partido de Tres Arroyos. Se trata de una laguna formada por agua salobre, producto de la desembocadura de un arroyo y las crecidas del mar, y que constituye un verdadero laboratorio ecológico. La protección de esta área, habitada por flora y fauna particular, debería ser una prioridad. “El Periodista” y una visita guiada al paraíso en la tierra
Febrero 2010
La simple “laguna del arroyito”, como la conocían pobladores y turistas, encerraba sorpresas. Sin saberlo, los visitantes del lugar, ubicado en el área suburbana de balneario Reta, estaban siendo testigos de una albufera, un evento natural como hay pocos en el planeta.
¿Qué es una albufera? Es un espejo hídrico, contiguo al mar, de naturaleza salobre producto de la convergencia en distinto grado de aguas dulces y marinas. En el caso de Reta, se nutre de la desembocadura del arroyo El Gaucho, y las marejadas oceánicas.
¿Y por qué es importante una albufera? Porque actúa como un laboratorio. Una laguna que se nutre de agua dulce y salada, permite la coexistencia de especies pertenecientes a ambos ecosistemas, el marino y el fluvial, dando lugar a benéficas mutaciones. También a una flora particular.
En 2004, la municipalidad de Tres Arroyos la declaró de “Interés municipal”, considerándola “de gran atractivo turístico y belleza natural”. En marzo de 2008, la Dirección de Medio Ambiente solicitó al Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), órgano de aplicación en la materia, que se la declare “Area de Paisaje Protegido”, tal como lo instituye la Ley Provincial 12.704.
La titular del área local, licenciada Adriana Di Marco, es optimista respecto de la resolución. Contó a “El Periodista” que técnicos del organismo vinieron, relevaron y evaluaron el lugar, y “se quedaron impactados”. Por tal razón, supone que la declaración saldrá por la afirmativa, aún cuando reconoció la pereza burocrática del trámite, que ya lleva casi dos años.

Forés, el pionero

En los años ’70, la “laguna del arroyito” llamó la atención de Francisco Forés, un ingeniero civil habitué del balneario, durante una rutinaria caminata de observación por la costa de la playa de Reta, aunque “no supe que estaba en presencia de una micro albufera hasta mucho tiempo después”, dijo a “El Periodista” en una entrevista publicada en enero de 2005.
Acotó que “concitaba mi atención esa especie de hábitat singular por la extraordinaria cantidad y variedad de lobitos, nutrias silvestres, zorros, liebres, culebras, lagartos, comadrejas, peludos y otras especies, en las inmediaciones y en las márgenes, así como la presencia de cangrejos, caracoles, corvinas, lisas, tortugas y pejerreyes en las aguas de la laguna, lo que atraía a las aves como los cisnes de cuello negro, patos de variados tipo y tamaño, gallitos de agua, cormoranes y flamencos que anidaban, criaban sus polluelos y crías o reposaban de quizás largos viajes migratorios o se alimentaban muy cómoda y confiadamente. Conformaba al amanecer, y también cerca del oscurecimiento, un paisaje verdaderamente paradisíaco de sonidos, cantos, colores y movimientos”.
Cuando Forés se percató años después que estaba en presencia de una albufera, se convirtió en el principal impulsor de su reconocimiento y preservación. Todo lo que se ha hecho, y se hace hoy, toma como punto de partida su inquietud, su trabajo, su observación, su preocupación.
El ingeniero encontró la laguna caminando por la playa de Reta en dirección a Claromecó. Partió desde la cercanía del Médano Blanco, próximo al camping, pasó por el Barco Hundido y llegó al arroyito que desemboca en el mar. Desde allí remontó el curso de agua hasta encontrar la laguna.
La micro albufera de Reta está separada del mar por una pequeña lonja de arena levemente sobreelevada, condición que precisamente propicia su formación como tal. Recibe su fracción de agua dulce del arroyo El Gaucho, que confluye con la salada que aporta las marejadas oceánicas.
Según una apreciación expuesta en los fundamentos de la nota que solicita se la declare “Paisaje protegido”, la micro albufera de Reta actúa como “un verdadero laboratorio ecológico de transición, transformación y transmutación de especimenes de agua dulce y marítima. La vida acuática se entremezcla y comienza naturalmente un proceso de adaptación y evolución silencioso y constante con el transcurrir del tiempo. Un verdadero reservorio y laboratorio de mutaciones de la vida silvestre, tanto para la flora como de la fauna avícola, ictícola, terrestre y marítima, con su variada, diversificada y múltiple presencia. Un real privilegio y regalo para balneario Reta”.

Crónica de un desatino

Alrededor de 1970, lo que se conocía como “laguna del arroyito”, ocupaba entre 3 y 5 hectáreas, según fuera época de sequía o lluvia, con una profundidad de casi un metro, si bien en ciertos lugares era superior.
Había abundante avifauna multicolor, autóctona y migratoria que hacía escala, y se podían observar desde el borde peces de más de 40 centímetros. Todo conformaba un paisaje ecológico paradisíaco muy singular.
Un paisaje que, en los años sucesivos, comenzó a verse seriamente amenazado. Por un lado, la presión de la gente y los vehículos, sobre todo los doble tracción; por otro, el accionar de cazadores furtivos, perros y los aficionados a las prácticas de tiro móvil sobre las aves. Además, la utilización de la laguna para aventura o deportes acuáticos con motor, y la desidia humana, que contaminó el área con basura y deshechos arrojados desaprensivamente. Todo y todos conspiraron, asustando y ahuyentando la fauna terrestre, avícola, piscícola de agua dulce y marítima sustento de la albufera de Reta, así como la casi desaparición de la fauna y flora natural.
Un impacto negativo que, sin embargo, “la laguna del arroyito”, “la albufera de Reta”, resistió con estoicismo, logrando sobrevivir hasta el día de hoy, cuando en conocimiento de su valor y de lo que es capaz de hacer el hombre, el desafío es su salvataje y preservación. La apuesta del hoy es la de creación de condiciones para que pueda volver a desarrollarse naturalmente, como lo hizo siempre, hasta que el hombre metió la mano.
En los fundamentos de la declaración, donde está expuesta la crónica del desatino, se cita que “el desafío es detener la degradación, recuperar y restaurar el ambiente, desarrollar voluntaria y científicamente programas de defensa, protección, vigilancia y desarrollo de la microzona ecológica, de utilidad ambiental e inclusive un factor de atracción turística para balneario Reta y su zona de influencia”.

“Paisaje protegido”

La declaración de “paisaje protegido” que se busca haga el OPDS daría el marco legal para preservar la “micro albufera de reta”.
Efectuado el reconocimiento, que la directora local de Medio Ambiente descuenta, “el municipio se tiene que hacer cargo de preservar el lugar. Habría que hacer una delimitación, un perímetro, tener guardafaunas controlando el tránsito vehicular, la extracción de almejas, la prohibición de pesca”, dijo Di Marco, quién agregó que la declaración de “paisaje”, a diferencia de la de “reserva”, por ejemplo, permite la intervención turística, como visitas guiadas para observación de ave y fauna, o la realización de estudios científicos u académicos sobre el lugar.
De concretarse la declaración, la albufera de Reta se convertiría en el primer “Paisaje protegido” del partido de Tres Arroyos. Se haría así justicia con un regalo que la naturaleza le ha hecho al distrito. En más, la apuesta será resguardarla, para disfrute del hoy y como legado para las generaciones futuras.


LA VISION DE “EL PERIODISTA”

El paraíso en la tierra

Estamos en Reta. Nos espera el delegado municipal, Carlos Rodríguez, para explicarnos cómo llegar a la albufera. Sin su ayuda, hallarla hubiese sido dificultoso: nada señala su ubicación, ni siquiera su existencia.
Hay que tomar una calle que corre paralela al mar, como si se fuera hacia Claromecó, hasta poco antes de llegar al arroyo El Gaucho. Luego sí, enfilar hacia la costa.
Un alambrado, una entrada, un pequeño espejo de agua, centenares de aves, de decenas de variedades, nadan, vuelan, comen, graznan, se reproducen. Las hay de pelaje blanco, negro, gris, rosa.
Una particularidad, estamos en la playa pero no se ve el mar. Una sutil elevación de arena que corre paralela a la costa impide su visualización. Hay que caminar un poco para divisarlo. El obstáculo no es impedimento para que cuando el mar crece nutra con sus aguas la laguna. Y su salinidad se mezcle con la dulzura del líquido que prové el arroyo El Gaucho, que tiene allí su desembocadura.
Alrededor de la laguna, la arena está húmeda. Y el piso es firme. Se puede circular con vehículos, según nos advirtieron. Lo hacemos pero, cuando estamos allí, nos parece un despropósito, una invasión. Retiramos la camioneta y volvemos caminando.
Hay un olor extraño. Es el olor del mar, pero atenuado, más dulzón. Ningún ruido interfiere con el canto de los pájaros. Sólo el despliegue de las alas, cuando vuelan alejándose o alrededor de los intrusos. O el chapoteo que logran cuando corren por el agua, tomando velocidad para lanzarse al aire. Lo demás es silencio, calma, quietud.
La vida se mezcla. Lo marino y lo terrestre. La fauna del río con la del mar. La flora es particular. ¿Surgen nuevas especies de esa interacción? Dicen que la albufera actúa como un laboratorio natural.
Lo cierto es que el cisne, el flamenco y la gaviota, por citar algunas de las aves que se alcanzan a distinguir, cohabitan sin más. Están todos allí, cada uno haciendo la suya, disfrutando de un lugar único regalado por la naturaleza, y que los hombres tenemos la obligación de cuidar, de preservar, para su disfrute, y como responsable que somos de la herencia de la generaciones futuras.
En Reta, en Tres Arroyos, quizá todavía nos se cayó en cuenta del privilegio que significa contar con una albufera. De su importancia natural y turística. Porque fenómenos de estas características no abundan. Por el contrario, constituyen rarezas. Y se dio aquí, no en otro lado.
Del hombre depende su futuro, que deseamos sea el mejor. Para que nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos puedan vivir la fascinante sensación que tuvimos nosotros al visitarla, al sentirnos parte de un paisaje como hay pocos en la tierra, muy parecido a lo que imaginamos debiera ser el paraíso.

sábado 20 de noviembre de 2010

Proteger o poseer: cuando se usurpa el hogar de la naturaleza


Los seres humanos hemos hecho del medio ambiente un espacio de disputa. A continuación el caso de Reta, un ejemplo en el que la contienda se dirime entre el desarrollo urbano y la protección del ecosistema.

Por Julieta Cormace

Reta es especial. Prácticamente no ha sido explotada turísticamente y guarda una enorme riqueza en su biodiversidad. Es un caso donde está en juego la explotación comercial de una interesante zona costera y el deseo de un pueblo y de los científicos de proteger e investigar un ecosistema único y virgen.
Este pueblo costero está ubicado 600 km al sur de la provincia de Buenos Aires, en el partido de Tres Arroyos. Allí reina el silencio, pero no un silencio vacío, sino lleno del canto de las aves que hicieron de Reta su lugar. De fondo siempre está el sonido del mar, el romper de las olas contra la orilla, ese canto marino inmenso cuando se oye de cara al océano y tan pequeño pero fiel cuando se acerca la oreja a un caracol gigante.
A Reta la moldea el viento. Hay un gran paisaje de dunas vírgenes, de playas que están tal cual fueron creadas por la naturaleza. Cuesta imaginarla. Gran parte de la Costa Atlántica de Buenos Aires hoy se parece más a una masa de cemento con acceso al mar que otra cosa. Pero es diferente y está en peligro de extinción.
La paradoja retense
La sed de poseer, las oportunidades de venta y enriquecimiento a través de la belleza de la naturaleza hace que se violen los ciclos, que se alteren los funcionamientos de le evolución de la tierra.
Marisa Bianchet es oriunda de Copetonas, y cuenta: “veo con tristeza como mi querido Balneario Reta es ambiente propicio para especuladores que de a poco quieren destruir los escenarios naturales de este balneario que me vio nacer, crecer, pasear mi adolescencia con mis amigas por las orillas de ese inmenso mar. Ahora empiezan con un hotel supermoderno sobre un médano ¿y después, cuántos médanos más se irán ocupando?”.
Científicos y vecinos quieren preservar un sector en particular de Reta que, paradójicamente se está loteando para convertir el pueblo en una versión más agreste de las ya trilladas paradas de la Costa Atlántica. ¿Qué se quiere proteger en Reta? La gran protagonista de esta historia es un espejo de agua que técnicamente se llama albufera.
El Doctor en Biología, Daniel Kuczynski la define como una “laguna contigua al mar que se forma en un área de playas bajas, cuyas aguas son generalmente salobres debido a la mezcla de aguas dulces y marítimas, precisamente por la intermitente intrusión marina queconstituye una zona de transmutación de la vida acuática terrestre y marítima, siendo un área ecológica muy singular y especial, de interés para los estudiosos e investigadores científicos de la vida silvestre.
La característica distintiva de la albufera es su biodiversidad, ya que hay organismos particularmente adaptados a variaciones de salinidad. Al ser un cuerpo de agua alimentado por el arroyo El Gaucho y, a su vez, por el agua del mar que ingresa con las mareas o por los vientos, se genera una laguna en la que confluyen aguas con niveles de salinidad opuestos (agua dulce y salada). Los microorganismos y todos los seres vivos que hacen de la albufera su hábitat, son seres únicos, capaces de sobrevivir a las intermitencias de calidades diferentes de aguas.
El arroyo El Gaucho que atraviesa Reta tiene un trayecto de aproximadamente 2 km y nace de una laguna de aguas en el sur del pueblo de Copetonas, partido de Tres Arroyos. Realiza un corto trayecto, bifurcándose en dos brazos: el izquierdo, previo a desembocar en el Océano Atlántico, forma la albufera; mientras que el derecho termina en la laguna de Ambrosius.
“El ambiente y el ser humano son parte de un todo indisoluble Perjudicar al ambiente es herirnos a nosotros mismos”, advierte Kuczynski. El avance de la urbanización a lo largo de toda la Costa Atlántica, las forestaciones, obras y actividades humanas de alto impacto ambiental, han desencadenado o intensificado graves procesos de erosión, reducción de playas, retroceso de la línea de costa y se han eliminado áreas medanosas, lo que generó pérdida de especies autóctonas y la transformación del paisaje y del equilibrio natural.
Alicia Deregibus, fundadora de la Biblioteca Popular de Reta y miembro de la Comisión vecinal que se convocó para proteger el ecosistema retense afirma que el arroyo El Gaucho es digno de estudiar y reflexiona: “No hay duda que si se aprueba el proyecto para convertir parte de Reta en Reserva hecha por tierra los negocios de muchos vivos. A la Municipalidad de Tres Arroyos únicamente le interesa el negocio. Aquí por un lado se protege y por el otro se hace negocio con testaferros. Nosotros no queremos quedarnos en el tiempo. Lo que queremos es evitar la proliferación de lo urbano que destruye”.
Alfredo Moraca, vecino de Reta, escribe en www.balnearioreta.com lo que muchos pronostican: “No habrá más playas ni médanos ni tranquilidad en el Balneario Reta. Pasará lo mismo que Gesell y todo el partido de la costa. No habrá más playas. No saque arena para edificar, los médanos se acaban y no hay repuesto. Quiero que mis nietos vean esas playas como las ví con mi señora (que fue ella quien me llevó alla por el 73). No tengo más palabras para decir que paren con todo lo que llaman "PROGRESO" ¡basta!”
El proyecto: proteger
Actualmente científicos y defensores del medio ambiente optaron por tener una nueva concepción del cuidado del mundo en el que vivimos. Hoy se habla en términos de “protección ambiental”. Hay que salvar ciertos espacios, algunas especies, determinados paisajes antes de que devoremos todo.
· En diciembre 2003 el Ingeniero Francisco Forés presentó el Anteproyecto de Ordenanza del Honorable Concejo Deliberante de Tres Arroyos Parque Reserva Natural Micro Albufera de Reta.
· En el 2004 la Intendencia Municipal de Tres Arroyos decretó que la albufera de Reta se declare de “Interés turístico Municipal”.
· En noviembre del año 2006 el Ministerio de Asuntos Agrarios del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires elaboró un informe técnico titulado “Ampliación de Informe Técnico realizado en el Balneario Reta, Partido de Tres Arroyos”, en el que se llega a la siguiente conclusión:
· “Se recomienda que el ambiente en cuestión, y según consideración del informe, que su conservación y protección esté a cargo del Municipio de Tres Arroyos y que se evalúe la posibilidad de incluirla dentro de la Ley Provincial Nº 12.704/01 de Paisaje Protegido de Interés Provincial”.
· El artículo 7 de la citada Ley establece que la realización de toda obra o actividad pública o privada que produzca o sea susceptible de producir efectos negativos al ambiente, declarado Paisaje Protegido o Espacio Verde, deberá obtener la autorización correspondiente previa presentación obligatoria de una evaluación de impacto ambiental. Hasta ahora, mientras los lotes ya van teniendo nombre y apellido, no se ha presentado ninguna evaluación del posible daño o no que se le pudiera hacer al medio con la construcción sobre las zonas vírgenes.
· En marzo del 2008 la Unión Cívica Radical propone declarar como Reserva Natural y punto de atracción turístico a la Albufera Balneario Reta. El Concejal del radicalismo, Raúl Alí, entregó la propuesta a la Licenciada Ana Corbi, Directora del Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible.
· En el 2009 Facundo Hernández, Geólogo y becario del CONICET, bajo la dirección del Magister José Mantobani de la Universidad Nacional de Mar del Plata y del Dr. José Dadon de la Universidad de Buenos Aires, organizó una charla-debate en la que propuso un Parque Nacional que se extienda desde el último lote de Reta hasta la desembocadura del Río Quequén Salado, un total de 45km2. “La reunión tuvo una nutrida concurrencia de los vecinos -cuenta Hernández- y se formó una comisión para impulsar el proyecto que fue denominado Médanos del Sur. Luego, se redactó la primera declaración que fue enviada a Presidencia de la Nación, a la Secretaría de Turismo (actual Ministerio), a la Subsecretaría de Política y Planificación Ambiental, y otros organismos de gobierno De ahí en adelante fuimos iniciando gestiones para buscar el apoyo de científicos locales e internacionales, esto fue logrado. En cambio las respuestas de los organismos de gobierno han sido nulas”.
Los proyectos al momento no fueron aprobados y, en su lugar, se encuentra una amplísima zona virgen en un proceso de loteo, incluyendo el área propuesta para la Reserva. Cuando no se dan certezas aparecen las preguntas. Cuando no hay claridad se da lugar a las sospechas.
El loteo se hizo hace más de 50 años, pero actualmente se comenzó con la venta de los terrenos en aquellas secciones vírgenes. La empresa que esta llevando adelante la venta de tierras se llama SI.VE.CO. S.A, y le puso precio a lo que no lo tiene en términos de valor ponderable.
Hay sólo 3 manzanas que aparecen dentro de la oferta como DONADO FUTURA RESERVA, lo que quiere decir que esas serán las dimensiones ínfimas en que aparentemente quedaría acotada la Reserva, zona que actualmente no esta ni siquiera cercada siendo ya declarada “Zona de Interés Municipal”, y donde hoy muchos entran con sus 4x4 y pisotean todo el ecosistema, según revelan los vecinos.
Los terrenos lindantes a la albufera tienen un costo de 57 mil dólares al contado y son lotes de reventa, comprados en primera instancia por supuestos inversores extranjeros.
El Ingeniero Forés observa: “Es escandalosa la miopía de la gente con respecto al loteo.Hay tal indolencia en el gobierno Nacional, en el Provincial, y ni que hablar en el Municipal en donde se hacen excepciones para construir donde está prohibido(Ver El decreto de excepción para construir sobre los médanos). No hubo decisiones ni avances con respecto a la Reserva, y todo quedó cajoneado”.
Los lotes con vista a la albufera tienen un costo de alrededor de 47 mil dólares, sin posibilidades de financiación.
Si se urbaniza lo natural, lo equilibrado, lo que debe ser protegido porque funciona como testigo de la evolución de las especies, se pierde y para siempre.
El trabajo que queda por delante
El geógrafo Hernández explica a Unisapiens que intentar modelos alternativos de desarrollo en la costa es una empresa difícil debido a la especulación inmobiliaria y política que moviliza la zona; sin embargo, entiende que la esperanza está puesta en que los encargados de tomar decisiones hagan foco en sus propuestas que aspiran a un desarrollo amigable con el medio natural y distributivo con la comunidad local, en lugar de hacerlo en los intereses de unos pocos empresarios.
Y continúa: “Es importante aclarar que todo lo hecho hasta ahora ha salido de nuestros sueldos: el alojamiento, la comida, el envío de cartas, etc. Hay ideas pero faltan recursos, sin embargo la clave es que la comunidad local impulse el proyecto, lo hable y lo discuta. La movilización es fundamental si quiere llegar a un buen término”.
Pero ¿quién es el culpable? O es la burocracia impersonal la que demora los ciclos, los proyectos, los tiempos tolerables o son algunos que quieren beneficiarse hoy con la explotación turística de los recursos naturales y no piensan a largo plazo.