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Ahora se vienen los aerogeneradores

No se los ve como una grave amenaza. De hecho constituyen una de las alternativas más sustentables para la generación de energía eléctrica. Sin embargo, el emprendimiento que se instalará en Reta, con un Parque Eólico de gran envergadura y más de 50 gigantescos aerogeneradores, sí cambiará el paisaje.
En efecto: el horizonte retense ya no será el mismo con esas estructuras instaladas.
En cuanto al impacto ecológico se deben considerar sus efectos sobre las aves que buscan acercarse a la albufera. Se sabe que las aves planeadoras, como los chimangos o halcones, en otros casos han sido arrastrados por las corrientes que generan las aspas al moverse. En algunos casos, se ha criticadola polución sonora que producen, aunque argumentan que los modelos importados resuelven en gran medida ese problema. También se sabe que alteran los suelos: las toneladas de tierra a remover, las toneladas de cemento a instalar, los caminos a construir, todo eso va a quedar en el lugar. Es de esperar que esta estación eólica siga por mucho tiempo, pero también existe la posibilidad de que se abandonada, como ya ocurrió con el parque eólico Las Vegas de Santa Cruz (el más grande de esa provincia)... Porque el capital invertido y los intereses movilizados no se quedan necesariamente quietos en un lugar, no los ata ni afectos personales ni sentimientos conservacionistas: si las condiciones cambian, los capitales también lo hacen, se detiene la inversión en mantenimiento y comienza una degradación de las instalaciones cada vez más severa, hasta que, finalmente, el
sitio queda abandonado y deteriorado como paisaje y como sitio ecológico hasta hoy, en su mayor parte intocado.

 


Entrevista a Francisco Forés

El ingeniero Francisco Forés fue quien, tras pacientes observaciones, estableció en la década de los 70 que la "laguna de la Chola" de Reta era, en verdad, un accidente geográfico costero de alto interés ecológico. En efecto: la desembocadura en el mar del arroyo El Gaucho no es, como suele ser en la mayor parte de los casos, un estuario típico. Aunque responde a la ecología estuarial, el arroyo se estanca en una laguna que queda separada del mar por una lengua de arena. Tal separación, sin embargo, no implica total aislamiento del océano. Explica Forés "bajo ciertas circunstancias climáticas y de marea, el mar supera la lengua de arena e ingresa a la albufera y en otras ocasiones se produce el fenómeno inverso y aunque el contacto entre el agua dulce del arroyo y el mar no es constante, el efecto de salinización del agua dulce es constante. Es más: la mezcla no sigue, como en otras albuferas, ritmos circadianos (diarios), sino que sigue ritmos muy particulares que merecen estudiarse por sus consecuencias biológicas". En tal sentido, Forés asegura que "la microalbufera de Reta tiene muchas características que son únicas en el mundo y por eso mismo tiene que ser rescatada del olvido político ambiental en el que cayó desde hace años. Con el intendente Sánchez logramos un importante avance al conseguir que se declare el lugar un sitio de interés turístico, pero es un primer paso muy débil: el lugar está siendo amenazado por un desmanejo en pleno avance que hace peligrar la zona de la albufera y sus alrededores"

"Cuestión de sensibilidad y educación"

Forés afirma que "es imprescindible rescatar la laguna y su entorno como un conjunto; debemos proteger ese sector del turista que, en su ignorancia, rompe, no sólo con vehículos sino también con sus pies, la débil estructura que espontáneamente desarrolla la arena, favoreciendo su erosión. Pero se debe entender que esa ignorancia es también responsabilidad de las autoridades que no informan al visitante sobre las frágiles características del lugar". Además, el profesional asegura que "las longitudes de onda que emiten los motores de autos, camionetas y cuatriciclos espantan a las aves que vienen a alimentarse y descansar y ni que hablar de los imbéciles que vienen a practicar puntería con sus rifles, matando aves o a saltar con sus vehículos por los médanos". Al respecto, Forés remarca que "hemos acercado a distintos funcionarios locales nuestros proyectos de protección íntegra del lugar: alambrados y torres de observación -construcciones todas sencillas y económicas- en donde se podrán observar todos los rincones del lugar, manteniendo las distancias adecuadas y donde personal de guardafauna -que hoy  brilla por su ausencia en Reta- pueda desarrollar la sensibilidad ambiental necesaria a partir de la educación". Por último, el ingeniero Forés asegura que "tenemos numerosos ejemplos de comunidades pequeñas como Reta que se han puesto de acuerdo y han logrado, desde la unidad, presionar democráticamente a las autoridades para que desarrollen políticas ambientales concretas. Es indispensable que el pueblo de Reta se una tras esta patriada antes de que la albufera sea un recuerdo. Y por este mismo medio hago un llamado a las autoridades científicas para que se interesen por un lugar como la microalbufera de Reta y sea ésta, por fin, tomada en cuenta antes de que desaparezca con el valor científico que encierra".
 sábado 20 de noviembre de 2010

Alentador pronóstico para El Pantanal y los esteros del Iberá

En lo que resta del siglo, estos importantes humedales no sufrirían sequías, como se creía

Cambio climático / El futuro de dos reservorios de agua dulce
Cecilia Draghi 
Para LA NACION
A veces, seguir empantanado es una noticia alentadora. Al menos esto vale para dos importantes humedales de América del Sur: El Pantanal y el Iberá, que influyen en la cuenca del Plata y acaparan la atención del mundo por ser reservorios de agua dulce, además de albergar especies de flora y fauna únicas en el planeta. Para lo que resta del siglo XXI, y en el contexto del cambio climático proyectado, el panorama muestra que estos ecosistemas anegados durante gran parte del año no sufrirán sequías ni pérdidas significativas de su caudal como se temía, de acuerdo con un reciente estudio realizado por investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (FCEN).
"América del Sur es uno de los lugares donde se han registrado mayores modificaciones como consecuencia del cambio climático, que a nivel global muestra, por ejemplo, calentamiento por aumento de temperatura debido a gases de efecto invernadero y otros contaminantes generados por el hombre. Estos humedales están ubicados en la zona de mayor variación e interesa saber qué pasará a futuro para desarrollar estrategias de conservación en la región", relata la doctora Inés Camilloni, del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos y del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera, que dirigió el estudio que forma parte del trabajo de tesis de Natalia Montroull y contó con la colaboración de Ramiro Saurral.
Dado "su alto nivel de conservación y biodiversidad", El Pantanal y el Iberá están incluidos en la lista de la Convención de Ramsar de los humedales más importantes del mundo. El Pantanal ocupa una superficie similar a la provincia de Córdoba en territorios de Bolivia, Brasil y Paraguay. Este ecosistema actúa como un amortiguador de la cuenca del Plata al frenar el flujo de las aguas del río Paraguay al Paraná. Los esteros y bañados del Iberá se ubican en Corrientes, en la Argentina.
¿Cómo será el clima en estos humedales en las futuras décadas del siglo XXI? "La hipótesis de trabajo inicial era que con una tendencia global al calentamiento, al registrarse más temperatura debería aumentar la evaporación y podría haber problemas con la disponibilidad de agua", explica Camilloni, que es una de los 11 argentinos seleccionados entre 3000 postulantes de todo el mundo para escribir el próximo informe de evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, según sus siglas en inglés), organismo creado por la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Para poner a prueba la hipótesis, el equipo usó un modelo hidrológico, luego de que el licenciado Saurral viajara a Estados Unidos para aprender a manejarlo. A esta herramienta los investigadores sumaron el modelo de escenarios climáticos para las décadas de 2020, 2050 y 2080. Son representaciones de cómo sería el clima a partir de suposiciones futuras de emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes, tendencias de demanda energética y cambios en el uso del suelo, entre otros datos que se cargan en computadoras para simular posibles situaciones.
"Trabajamos con tres escenarios. El peor de todos es aquel en el que aumenta al máximo el efecto invernadero por el desarrollo económico. Otro escenario simula qué pasaría si el mundo sigue creciendo como hoy, y en otra proyección el calentamiento global afectaría menos", comenta Camilloni.
Los resultados obtenidos sorprendieron. "Inicialmente pensamos que íbamos a una situación de riesgo por sequía, dado el mayor aumento de temperatura, la mayor evaporación y, por consiguiente, el menor caudal de agua. Pero el modelo hidrológico mostró que si bien a futuro el alza de temperatura será importante, el pequeño aumento de la precipitación compensaría la elevada evaporación por el calentamiento. De este modo, no habría cambios significativos. En otras palabras, éste es un escenario más alentador a nivel ambiental que el que previmos al inicio de nuestra investigación, hace dos años", resalta, al tiempo que aclara: "Estos modelos están hechos sobre la base del uso del suelo de la actualidad. Si parte de esta superficie de humedales se ocupa por agricultura -ejemplifica-, pueden variar las condiciones. Uno puede decir cuidemos las cosas como están o sigamos haciendo simulaciones con modelos computacionales para ver qué sucedería si hacemos cambios en el terreno".


La contaminación con agroqímicos


Es un cambio perjudicial en las características físicas, químicas o biológicas de nuestro entorno que puede afectar o afectará nocivamente la vida humana o la de especies beneficiosas; nuestros procesos industriales; nuestras condiciones de vida y nuestro acervo cultural, o que puede malgastar o deteriorar -en el presente o en el futuro- nuestros recursos de materias primas.

El arroyo El Gaucho muestra evidencias de contaminación con agroquímicos.
El buscar un rendimiento mayor sin tener en cuenta las consecuencias, implica reveses sociales y ambientales graves. Siempre.
Si queremos duplicar un rinde de una cosecha, debemos multiplicar por diez el uso de pesticidas, fertilizantes y caballos de fuerza. Un ejemplo extremo lo tenemos en Japón: para que rinda cuatro veces más su de por sí magra agricultura, debieron multiplicar por cien el uso de agroquímicos y de energía. Así se entiende porqué la industria agraria es una de las principales responsables de la contaminación en todos los ambientes implicados.
La optimización de rindes agrícolas -que implica el incremento desmesurado en la utilización de agroquímicos y energía mecánica- afecta principalmente a los países subdesarrollados, los cuales carecen de políticas de ajuste compensador en el marco de los sistemas sociales y políticos. La optimización de la producción agraria implica pasar de pequeños productores a grandes haciendas industrializadas. La brecha entre los ricos y los pobres se ensancha: los pobres se contaminan con el agua del arroyo El Gaucho y los ricos construyen sus casas sobre el cadáver de un curso de agua.

El agua en la Tierra.
Sobre su origen, poco se sabe, aunque se cree que proviene del choque de múltiples cometas que aportaron su agua y demás materiales para la conformación de la Tierra.
Pensemos en un kilómetro cúbico de agua. Un cubo de un kilómetro de arista contiene agua como para cubrir superficie como la de la ciudad de Buenos Aires con más de 15 metros de agua. En la Tierra existen 1.280 millones de kilómetros cúbicos de agua. Al peso del agua (1 cm cúbico pesa un gramo)m, hay que sumarle unos 40 mil millones de kilogramos de material sólido en esa agua.

El agua es un recurso natural finito indispensable para vida. Existen dos tipos en el planeta: el agua dulce y el agua salada. Este último es el que se encuentra en mayor proporción (97 %) en la Tierra formando los mares, océanos, algunos ríos, etc. Dada su característica de concentración de iones la hace no potable. En cambio, el agua dulce se encuentra en una proporción escasa del planeta (3%) con relación a la primera y dentro de ésta, se encuentra el agua considerada agua potable, es decir, el agua dulce. De ese 3%, el 79% es inaccesible dado que se encuentra como glaciar y hielo; mientras que el 21% restante es accesible, estando el 20% en mantos freáticos y el 1% en la superficie (Gabriela De Paula, 2006).
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MATERIAL EXTRACTADO DE 

http://procostas.org/

 


La Costa de Buenos Aires
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La Costa de Buenos Aires



Lunes, 31 de Marzo de 2008 16:22

Datos generales :

(Contenido en desarrollo)

Población total de la provincia: 13.760.969 hb (38.61 %)
Población costera: 4.880.532 hb (14%)
N° total de Partidos: 134
N° de Partidos Costeros: 37
N° total de Industrias: 41.202
N° de Industrias en cuencas: ca 70% (porcentaje de industrias en áreas de cuencas costeras)

Geoformas del litoral boaerense


Figura 1: Mapa Geomorfológico del Litoral Atlántico Bonaerense . Modificado de Bértola, 2001; Isla, 2002.


Tipo de aguas

Zona de agua dulce o continental, desde el Delta del Paraná hasta la Media del Río de la Plata llegando desde los Partidos sobre el Paraná hasta Punta Piedras Partido de Punta Indio. Aguas dulces con salinidades inferiores a las 0.5 ups (unidades prácticas de salinidad).
Zona de agua marina que incluye la zona de Frente Marítimo Punta Rasa, Partido de la Costa hasta el sur de la Provincia, Partido de Carmen de Patagones, con salinidades superiores a las 30 ups.
Zona de aguas de mezcla o transición entre las aguas del Río de la Plata y las aguas marinas concentradas en la Bahía Samborombón, abarcando desde Punta Indio hasta Gral. Lavalle, típico ambiente estuarino, con salinidades en un rango de 0.5 a 30 ups.


Cuencas Tributarias al Litoral Bonaerense


Se define como Cuenca Hidrográfica a las áreas geográficas limitadas por las divisorias de aguas, que por su configuración topográfica contribuyen con los aportes de su escurrimiento a la formación del caudal del río principal de la misma (Lasta et al 2002). Los cursos de agua tributarios al Río de la Plata y el Frente Marítimo a la Provincia de Buenos Aires pertenecen a la llanura pampeana y se caracterizan por su escasa pendiente y alto grado de utilización, ya sea por urbanización, como por actividades industriales y agrícola-ganaderas. A modo de propuesta, las mismas puden ser agrupadas en regiones de la siguiente manera:

Tributarias al Río de la Plata (C1): Está formada por las cuencas y arroyos del Litoral Noreste de Buenos Aires (cuencas urbanizadas) y cuencas de desagüe hasta la Bahía Samborombón. Esta región, que abarca una superficie de 10.000 km2, presenta terrenos ondulados y escasa pendiente, que sumados a las características climáticas y los efectos de la marea del Río de la Plata, provocan anegamientos e inundaciones. En esta región se encuentran las cuencas del Río Luján y Reconquista, caracterizándose esta última por ser la más industrializada después de la Cuenca del Matanza-Riachuelo por su alto grado de deterioro ambiental.

Tributarias a la Bahía Samborombón (C2):
Comprende la cuenca del Río Samborombón, del Río Salado conjuntamente con sus extensiones artificiales (110.000 km2), los grandes canales y faldeo norte del Sistema de Tandilia (30.000 km2) que incluyen las cuencas de los Canales 9, 1 y 2 (Río Ajó), y la desembocadura de la ría de San Clemente que se caracteriza por recibir los efluentes cloacales del Partido de la Costa correspondientes a los balnearios ubicados entre Mar de Ajó y San Clemente del Tuyú. La Cuenca del Río Samborombón, corresponde a la Pampa Deprimida del sur. Es una zona rural de escasa pendiente, con obras de canalización y drenaje. La cuenca del Río Salado, es una planicie ubicada a menos de 100 m sobre el nivel del mar, predominando las dunas en la zona centro oeste, y conectadas artificialmente con el arroyo Vallimanca a las lagunas Encadenadas del Oeste. Las sierras de Tandil constan de una serie de arroyos que conducen el agua de escorrentía hacia lo que se ha dado en llamar la Zona Deprimida del Salado, básicamente conformada por la deposición de sedimentos por acción eólica, fluvial y costera. Dentro de esta zona se puede identificar a la llamada Zona Costera, que es la ubicada entre la ruta 11 y la línea de costa, caracterizada por la presencia de una gran cantidad de canales aliviadores que encauzan el agua presente a escala local hacia la Bahía de Samborombón. Las lagunas y humedales presentes en esta zona actúan como filtros que disminuyen los aportes de nutrientes y contaminantes a la bahía.

Tributarias al Océano Atlántico (C3)
: Esta región abarca las cuencas de los ríos y arroyos del litoral sudeste y sur de Buenos Aires. Está conformada por una serie de arroyos chicos y medianos, siendo los más relevantes la cuenca de la laguna Mar Chiquita, del Río Quequén Grande, del Quequén Salado, del arroyo Sauce Grande, del Río Negro, y del Río Colorado. Esta región es muy importante desde el punto de vista de la actividad agropecuaria, y se encuentran ambientes naturales relativamente bien preservados o en proceso de recuperación como, por ejemplo, pastizales, albúferas y costa Atlántica. El terreno es una llanura con suaves lomadas con una planicie que termina en el océano, presentando la costa una alternancia de formas acantiladas y playas medanosas de arena fina.

De acuerdo a la caracterización antes mencionados y propuesta por realizada por Lasta y Jaureguizar (2003), la zona costera de provincia de Buenos Aires puede diferenciarse a su vez en 5 subregiones:
ZONA CONTINENTAL
1) Región Norte Fluvial: zona continental sin influencia de mareas.
Incluye los Partidos de: San Nicolás, Ramallo, San Pedro, Baradero, Zarate, Campana, Tigre, San Fernando, San Isidro y Vicente López (10 partidos)

2) Región Río de La Plata: zona continental con influencia de mareas y sobre el Río de La Plata interior y medio .
Incluye los Partidos de: Avellaneda, Quilmes, Berazategui, Ensenada, Berisso y Magdalena (6 partidos)

ZONA ESTUARIAL
3) Región Estuarial: abarca el humedal costero de Bahía Samborombon, con aguas de mezcla entre continentales y marinas.
Incluye los Partidos de: Punta Indio, Chascomús, Castelli, Tordillo y General Lavalle (5 partidos)

ZONA MARÍTIMA
4) Región Marítima: zona frente al Océano Atlántico, ambiente marino.
Incluye los Partidos de: La Costa, Pinamar, Villa Gesell, Mar Chiquita, General Pueyrredón, General Alvarado, Lobería, Necochea, San Cayetano, Tres Arroyos, Coronel Dorrego y Monte Hermoso (12 partidos)

5) Región Sur: zona con influencia del estuario de Bahía Blanca y de la Patagonia.
Incluye
los Partidos de: Coronel Rosales, Bahía Blanca, Villarino y Carmen de Patagones (4 partidos)

Impacto sobre las zonas costeras


Una de las manifestaciones del cambio climático es el aumento del promedio de temperaturas de los océanos y mares, lo que, sumado al aporte del derretimiento acelerado de los hielos, produce entonces una disminución en el volumen del hielo marino y un aumento en el volumen específico de aquéllos.

Del análisis de los escenarios que proporcionan los modelos climáticos se desprende que el nivel del mar se podría incrementar entre 10 y 90 cm para el año 2100. Un aumento de esta magnitud implicaría que las zonas bajas costeras y otras áreas vulnerables sufran, entre otros problemas, inundaciones que afectarán los asentamientos humanos, los ecosistemas costeros (humedales, deltas y estuarios) y la infraestructura y las actividades productivas como la pesca y la agricultura, ubicadas en esas áreas.

Actualmente, muchas áreas costeras enfrentan procesos de erosión de sus playas y pérdidas de dunas debidos al aumento en las crecidas del mar, lo cual también produce un ingreso de agua salada a cursos de agua dulce que complica el suministro de agua potable, ya sea para consumo humano como para su uso en actividades económicas, como la agricultura. También existe el riesgo de salinización de acuíferos por la intrusión de agua de mar.

El aumento del nivel del mar tendrá otras consecuencias, como el incremento del impacto de los eventos climáticos extremos. El efecto del aumento esperado de la frecuencia e intensidad de inundaciones, tormentas, tornados y huracanes se verá agravado al desarrollarse sobre un nivel del mar más elevado.

Otro efecto no menos importante del aumento de la temperatura sería el cambio de la circulación de los océanos, lo que modificará la cantidad de nutrientes y de fito y zooplancton presentes, produciéndose así una alteración en la distribución de peces y otros animales marinos, como aves y mamíferos. Este cambio implicaría un efecto negativo sobre la pesca, que perjudicará a aquellas poblaciones humanas que dependen de esta actividad productiva.

Debe destacarse que una parte importante de la actividad económica de la provincia se asienta sobre áreas costeras y depende de la pesca o del turismo; por ello la necesidad de prever las consecuencias adversas sobre estas actividades.

Es por ello que las posibilidades de adaptación se verán comprometidas debido a la escasez de recursos naturales, el alto crecimiento demográfico y el insuficiente desarrollo de su infraestructura. Urge entonces considerar el proceso de cambio ambiental global en las estrategias de desarrollo y la planificación costera.